En 2012, la sociedad civil y las comunidades presionaron con éxito al Gobierno de Benin para aprobar una ley nacional (Orden Interministerial En.0121) para la "gestión" sostenible, reconocimiento legal, y la integración de los bosques sagrados como áreas protegidas. La ley reconoce los bosques sagrados y sitios donde los dioses, espíritus y antepasados residen, y que las comunidades protegen y rigen los bosques sagrados, y tienen la responsabilidad de la ejecución del plan de "gestión" para el bosque.